EL CORO DE LAS EMOCIONES

EL CORO DE LAS EMOCIONES:

   "Amo escuchar un coro. Amo la humanidad de ver los rostros de gente real siendo devotas a una pieza de música. Me gusta el trabajo en equipo. Me hace sentir optimista sobre la raza humana cuando los veo cooperar así" (Paul McCartney, cantante británico)

   Un coro, al igual que cualquier banda de rock o grupo de música, requiere de un gran trabajo en equipo que persigue una armonía rítmica y melódica entre las voces. Y, al igual que el trabajo, también se reparten las alegrías que generan la actividad bien hecha y la sintonía con el público.

   ¿Qué es el coro de las emociones?

   Es un coro, bien... Eso ya lo sabíamos (lo dice en el título), pero, ¿Qué más?

   Pues... ¿Cómo explicarlo? Es... es una actividad inmersa en un programa educativo que nos proponen desde las altas esferas que consiste en crear un coro con los alumnos de 2º de ESO. Sí, estos chavales que tienen 13 años que están ya en ese período de la vida de toda persona que se llama adolescencia (uff, una etapa bien difícil para entenderse uno a sí mismo y menos que te entiendan los demás).

   Y... ¿Qué persigue? Busca en primer lugar que sepamos crear algo juntos: en primer lugar cantar, en segundo lugar bailar y, ¿Por qué no? Todo esto teniendo como fin último el dar un concierto y grabarlo... bueno, esto ya son palabras mayores.

   Y, si nos ponemos exquisitos, pues... buscar que los adolescentes sean capaces de conectar con sus sentimientos y sus emociones y puedan entender los matices de la música (más lento, más rápido, más suave, más fuerte...). Sí, esos que muchos adultos no somos capaces de comprender a pesar de estudiar música y de escucharla, analizarla y... cada uno sabrá.

   "Expresa mis sentimientos hacia las cosas en forma sencilla. Creo que la música es hasta un punto dirigida por ese compromiso emocional" (Roger Waters)

      A los profesores nos vino propuesta desde las altas esferas, como dije antes... (qué repetitivo) como recurso para realizar una educación emocional con los alumnos en el aula y fuera de ella. Y la encargada de presentar esta nueva actividad, con la que muchas veces nos vuelven locos a los profesores con tanta formación, horas extra de trabajo, dolores de cabeza, noches sin dormir por darle al coco, por crear coreografías, trabajar, ensayar con diferentes grupos y después unirlos... (uff, casi no acabo por falta de aire) es la Fundación Botín.

   Un poco de historia: ¿Qué es la Fundación Botín?

   Dejemos que se presente ella misma:

"La Fundación Botín fue creada en 1964 por Marcelino Botín Sanz de Sautuola y su mujer, Carmen Yllera, para promover el desarrollo social de Cantabria. Hoy mantiene su foco en Cantabria y actúa en toda España y América Latina, contribuyendo al desarrollo integral de la sociedad explorando nuevas formas de detectar talento creativo, apostando por él para generar riqueza.

Su sede principal está en Santander, y desde 2012 cuenta con una sede en Madrid. El proyecto más importante de la Fundación es el Centro Botín. Inaugurado en junio de 2017 en Santander, es un centro de arte que tiene por objeto generar desarrollo social y riqueza aprovechando el potencial que tienen las artes para despertar la capacidad creativa".

   Esto es lo que dice ella misma al presentarse en su página web. Así, promueve la cultura y el arte, en este caso la música (a la que, por cierto, cada vez apoya menos gente), arte muy importante para las personas porque, ¿Quién puede vivir sin escuchar música... sobre todo moderna?: chavales que van con cascos por la calle, trabajadores que escuchan música en el coche al ir a trabajar, en los momentos románticos una balada viene de perlas... bueno, que cada uno ponga su ejemplo.

   ¿Cómo trabajamos este recurso en la clase?:

   Esto ya es harina de otro costal. Da mucho trabajo, sobre todo porque es la primera vez que lo hicimos en mi centro (para ello nos juntamos muchos profesores y alumnos... Casi 70 personas), ensayos de profesores, ensayos con alumnos, ensayos todos juntos, pensar coreografías... mucho trabajo. Pero unos profesores entregados y geniales hicimos que unos chicos formidables se volcaran de lleno en la realización de esta actividad y formarán con ellos este coro.

   Conseguimos hacer algo juntos, divertirnos y como ellos dicen, perder clase el día de la grabación (para los alumnos se ve que eso era lo más importante), pero bueno, a la hora de la presentación del vídeo a los alumnos, estaban muy contentos y muy ufanos porque lo hicieron ellos.

   ¿Qué canciones se interpretaron?

• Primero: Siyahamba: una canción zulú que se tornó importante en las iglesias protestantes de Estados Unidos en la década de los 90. Hay infinidad de versiones de esta canción cuyo título significa "Caminamos juntos" y habría que añadir en Dios. Significaría la unidad entre las personas (en este caso contamos con alumnos de distintas razas con lo que este significado se torna más realista).
• Segundo: Dudabda: Una canción estadounidense, con un párrafo de letra que no se entiende con un DUBI DUBI DUBI, BIDU, BIDU, BIDU (que, por cierto, nos dio bastante guerra a todos... DUBI, DUBI, BIDUBI, DUBIDU...). No sabías en qué sílabas estabas... Tiene un ritmo jazzístico que le da una cierta alegría y nos gustó más que la anterior (zulú, ¿A quién se le ocurre?)
• Tercera: Lo siento, de Beret: canción de Beret, que fue lanzada en 2019 (ya llovió, según los adolescentes, que siempre buscan lo último). Es una canción bastante larga que nos dio mucho trabajo. Empezando por la letra (no éramos quiénes a aprenderla), los cambios de ritmo (primero lento, después rápido, después con un ritmo diferente para buscar el contraste...) ¡Qué mareo!. Y, por último, la coreografía y la disposición del coro... ¡Qué jaleo para colocar a todos!

   Al final fuimos capaces de realizar todo lo que nos pedían y nos sentimos contentos con nuestro trabajo, que os presento aquí, mediante un enlace:

https://youtu.be/pAbtBNBtXLI

   Espero que os guste el resultado. ¿Qué os ha parecido? Hasta la próxima.

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