DESCUBRE CÓMO SE CREARON LAS NOTAS MUSICALES

 Y SU IMPORTANCIA PARA LA MÚSICA:


  Se trata de un himno católico escrito por Pablo el diácono en honor a San Juan Bautista que, como veremos en este post, es sumamente importante para la historia de la música.

   Pero, si es tan antiguo (procede de la Edad Media), ¿Cómo sabemos quién lo compuso? Pues yendo a las fuentes.

   Así, en el s. XIII, Guillermo Duranto (muerto en 1296) escribió un libro titulado "Rationale divinorum officiorum" en el que nos cuenta el motivo de la creación de este de la creación de este himno a San Juan Bautista:

"El historiador Pablo, diácono de la Iglesia de Roma, el cirio pascual le vino ronquera a la garganta, aunque tenía la voz clara; entonces àra recuperar la voz, compuso en honor de San Juan el himno "Ut queant laxis", en cuyo inicio pide recuperar la voz, la cual obtuvo así, como a Zacarías le fue restablecida la voz".

¿Quién fue Pablo el diácono?:

PABLO EL DIÁCONO
epdlp
   Nació en una familia noble lombarda entre 719 y 725 en Friuli, región del nordeste de Italia. La época en la que vivió Pablo el diácono Europa estaba siendo invadida por los musulmanes, quienes dejaron su impronta en todas las áreas de conocimiento de la época (lengua, matemáticas, geografía... y, por supuesto, la música).

   Puso en la sílaba inicial de cada verso el nombre árabe de las notas, aunque utilizando como nota inicial el do, al que rebautizó ut. Los nombres de las notas pudieron haber derivado de las sílabas del sistema árabe durr-i-mufassal.

   Siguiendo con la evolución de la música y su camino hacia la creación de las notas musicales, que son la base de la escritura musical posterior, nos encontramos con un teórico muy importante, Guido d'Arezzo.

¿Quién fue Guido d'Arezzo?:

   Era un monje benedicino italiano que vivió en el s. X y que se basó en el himno que nos ocupa hoy del que sacó los nombres de las notas musicales. Al trabajar con su partitura se dio cuenta de que cada una de sus frases musicales comenzaba con una nota inmediatamente superior a la que la antecedía, con lo que formaba una especie de escala. El único lugar de la partitura en la que no sucedía eso era en la última frase, pero eso es otra historia. Con él las notas quedarían:

UT (actual do) - RE - MI - FA - SOL - LA - S I

   Además, en la época de Guido d'Arezzo se escribía la música en una sola línea, pero él creó una pauta de cuatro líneas para poder escribir las seis notas que había "descubierto" con este himno que nos ocupa. 

Partitura del himno "Ut queant lexis"
escrito en tetragrama. Wikipedia


Transcripción actual de la partitura del himno
señalando las notas y sus nombres.

     Si nos damos cuenta, todavía nos quedan dos cosas que mejorar hasta llegar a la notación tal y como la conocemos hoy. Vamos a por ello. ¿Me acompañas?

Anselmo de Flandes:

   Añadió una línea nueva al tetragrama de Guido d'Arezzo y crea el pentagrama, que es algo muy familiar para nosotros, pues, ¿Quién no lo conoce?


   De esta manera se podían escribir todas las notas que se conocían en la época:

UT - RE - MI - FA - SOL - LA - SI

   y digo SI porque Anselmo de Flandes le puso, por fin, nombre a la última nota de la escala musical, el SI, compuesto por las iniciales de Sancte Ioannes, sacadas de la última frase del himno que nos ocupa en este post.

   Y así, poco a poco, llegamos al final de la escala. Nos queda sólo el principio (je, je), el do. Vamos a ver cómo se consiguió dar el nombre actual.

Giovanni Battista Doni:

   Nace en Florencia en 1595 y muere también en Florencia en 1647, y es en esta ciudad italiana en la que desarrolla casi toda su vida laboral y familiar. 

Giovanni Battista Doni
meisterdrucke

   Era un musicólogo y estudioso de la música antigua, ya que forma parte de la Camerata Bardi o Camerata Fiorentina (que quería rescatar la música antigua para crear obras que siguieran sus principios musicales).

   Fue él quien cambió el nombre de la primera nota de la escala musical (la ut famosa de la primera sílaba del himno de Pablo el diácono) por do, que viene de la palabra Dominus (Señor) o por su propio apellido (Doni).


Bueno, ya que habéis llegado hasta aquí, querréis escuchar el himno que ocupa todo este post. Os dejo con él.


   "Ut queant laxis":

   Se trata de un himno del s. VIII perteneciente al canto gregoriano, monódico (con una sola línea melódica) aunque cantado en grupo formado por los monjes (es decir, con voces masculinas), pues en la iglesia no se permitía cantar a mujeres (pero esa es otra historia). Tiene una melodía sencilla que está dividida en frases que coinciden con las frases del textos, haciendo el fraseo propio de la lengua hablada (con un pequeño descenso del tempo y del ritmo al final de cada frase), normalmente no se acompañaba de instrumentos musicales. Es un tipo de música que daba paz y tranquilidad y que se destinaba a la adoración de Dios y a la veneración de los santos (como este caso).

   Letra:

"Ut queant laxis":

Ut queant laxis                                                   Para que puedan

Resonare fibris                                                   exaltar a pleno pulmón

Mira gestorum                                                    las maravillas

Famuli tuorum                                                    estos siervos tuyos

Solve polluti                                                       perdona la falta

Labii reatum                                                       de nuestros labios impuros

Sanct Ioannes                                                    ¡Oh, San Juan!


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Comentarios

  1. Un artículo muy interesante. No conocía el origen de las notas musicales. Saludos

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    1. Gracias, Federico, me alegro de que te diera alguna información sobre el tema. Un saludo.

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  2. La Historia de Guido y del actual pentagrama es realmente curiosa y la guardaré entre mis favoritos. Enhorabuena por este post.
    Saludos.

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    1. Muchas gracias por tus palabras, Marcos. Me alegro de que te haya gustado.

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  3. Hola, no conocía a Pablo el diácono... El canto gregoriano siempre me ha fascinado, me encanta. Un artículo muy bueno. El origen de las notas lo desconocía, claro que era malisima en música. Gracias por la difusión. Saludos

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    1. Muchas gracias por tus palabras. La verdad es que el canto gregoriano es muy bonito por su sencillez y belleza, pero esconde muchos misterios todavía para nosotros, entre ellos éste. Un saludo.

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  4. Hola, Patricia.
    Una publicación muy interesante, puesto que desgranas toda la historia de la formación de las notas y de las que, personalmente, tenía referencias incompletas.
    Un fuerte abrazo :-)

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