LAS ESTACIONES DE TCHAIKOVSKY... SÉPTIMA PARTE
JULIO
"La naturaleza me ha equipado con un talento musical del que no reniego y estoy orgulloso, porque también le trae calma y placer a las personas"
(Piotr Ilich Tchaikovsky)
Piotr Ilich Tchaikovsky nació en Kamsko-Votkinsk en 1840 y murió en Moscú en 1893.
Tchaikovsky es un compositor que une las dos tendencias que se sentían en la música del s. XIX en Rusia. De un lado se encontraban los defensores a ultranza de la música tradicional rusa y que querían introducirla en la música culta (o clásica), como son los creadores que formaban el grupo de los cinco.
Este Grupo de los Cinco estaba constituido por Balakirev, Moussorgsky, Cui, Borodin y Rimsky-Korsakov. Todos ellos creaban música culta en la que empleaban la orquesta sinfónica con sus violines y oboes, basándose en melodías sacadas del folklore ruso, con sus danzas rusas tipo la Prisyadka (danza rusa que se baila con sables) o la polka rusa (Kasachov Katiusza). Se multiplicaron este tipo de bailes tocados al piano: las polkas...
Por otro lado se encontraban los occidentalistas, como Tchaikovsky. Realmente llamarlo occidentalista era un ataque que realizaban los componentes del Grupo de los Cinco para indicar que nuestro compositor prefería irse de Rusia creando música venida de fuera. Para ellos era una traición.
Ante esto hay que recordar que Tchaikovsky tenía una vena francesa muy grande en su vida, ya que era el origen de su madre. Y también que sus padres le quisieron inculcar una formación occidental aparte de la tradicional rusa. En este sentido, a pesar de los ataques que recibía por gran parte de sus contemporáneos, nuestro compositor tenía una formación tan amplia que podía componer los dos tipos de música: la más tradicional integrada en obras mayores y la más occidental con otro tipo de obras, como algunas de sus sinfonías y conciertos.
Las danzas rusas se ven, por ejemplo, en algunos de sus ballets, como "El Cascanueces" y "El lago de los cisnes". En ellos la impronta de la danza rusa se ve en los números de danza en la que los bailarines realizan bailes con movimientos apasionados y poderosos, enérgicos, apoyados en ritmos dinámicos pero enriquecidos por unas armonías complejas y unas melodías bellas y delicadas que suavizan un tanto la visión de la danza tradicional rusa.
ALEKSEY VOLTSOV:
Aleksey Voltsov es el poeta que escribió la parte literaria en la revista "Nuvellist" correspondiente a la parte de Julio de "Las estaciones" de Tchaikovsky. Dejo aquí sus letras para que las conozcáis:
Suelte usted, hombro impaciente,
Al ritmo tu mano!
¡Ay yo en la cara
El viento, aquí desde el mediodía!
En esta poesía nos lleva al inicio del verano, época en la que en la vida del campo, se realiza la siega, es decir, recoger el grano que ya está maduro. Así, en Rusia, en las grandes haciendas de los terratenientes y en las casa más humildes de los campesinos, surja la figura del segador.
"LA CANCIÓN DEL SEGADOR":
Se trata de otra entrega musical realizada por Tchaikovsky en 1876. Esta vez hace referencia al mes de julio, justo al inicio del verano. Es una pequeña obra para piano escrita en un estilo romántico característico de la música de este compositor. Tiene forma tripartita, es decir, estaba dividida en tres partes: una primera con un tema cuadrado en 4/4 con un ritmo constante que muestra la marcha para hacer el trabajo. Después de un pequeño descanso surge el segundo tema más dinámico en el que parecen multiplicarse las notas y sonidos de ambas manos, un tema más alegre. Al final se retoma el primer tema con un poco más de ánimo y un ritmo más saltarín.
Es una pieza corta y dinámica y no tan melódica ni intimista como en otras ocasiones. Pero también una pequeña joya pianistica creada por Tchaikovsky. Su tempo allegro, pero no demasiado hace que se asemeje más a una marcha que a una danza, aunque a medida que avanza, el tempo parece acelerarse. La textura es una melodía acompañada en la que la mano derecha de las dos que tocan el piano lleva la voz cantante como si se tratase de una soprano entonando una canción, mientras la izquierda acompaña con un ritmo constante.
Les dejo con esta obra tan pequeña pero tan bonita de Tchaikovsky.
Enhorabuena, Patricia Inés.
ResponderEliminarSigo disfrutando con tu serie de publicaciones sobre Las estaciones del genial Tchaikovsky.
Un fuerte abrazo :-)