"LA MISIÓN" DE ENNIO MORRICONE

 "LA MISIÓN" DE ENNIO MORRICONE:

   "La música es el lenguaje universal que todos entendemos y que nos conecta a nivel profundo" (Ennio Morricone).

el oboe de Gabriel

   Esta idea de la música de Ennio Morricone se plasma bien en la película, precisamente en la escena en la que el Padre Gabriel "habla" a los indígenas de la colonia "del Sacramento", para que le dejen acercarse a ellos, cosa que consigue con uno de los indios presentes, aunque no con el desconfiado jefe de la tribu, que termina rompiéndole el oboe al protagonista.

"LA MISIÓN", una película inolvidable:

   La película "La misión" es de 1986, fue dirigida por Roland Joffé, y protagonizada por Robert de Niro y Jeremy Irons. Ambos actores dieron vida en la pantalla a dos personajes de diferente temperamento y pasado que, ante la adversidad, reaccionan de una manera completamente distinta, aunque compartan la misma idea (no sucumbir ante el enemigo).

   Es un film cuya acción se desarrolla en Hispanoamérica en torno a las cataratas del Iguazú, situadas al norte de la provincia de Misiones, en Brasil. Ahora es considerada una de las maravillas naturales del mundo, lo que constituye un marco ideal para la trama de la película. 

   Este entorno hizo que fueran unas escenas difíciles de grabar para todo el equipo, que estuvo trabajando allí durante dos semanas. Encontraron todo tipo de problemas: con los narcos, pues estaban en una de las principales rutas del narcotráfico, las condiciones climatológicas y de relieve de la zona.

   Después, gracias al esfuerzo del director y de los actores, consiguieron varios premios como los siguientes: Ganó el óscar a la mejor fotografía por el trabajo realizado por Chris Menges, en 1987. Ganó Premios Globos de Oro al mejor guión y a la mejor banda sonora original. Y ganó Premios Bafta a mejor actor secundario (Ray McAnally), al mejor montaje y a la mejor banda sonora.

   La trama desarrolla la problemática que hubo entre las autoridades española y portuguesa en el s. XVIII por la delimitación de sus territorios, cosa que afectaba a tribus de indígenas como los indios guaraníes y a las misiones que los jesuitas estaban formando entre ellos, como la misión de San Miguel (la antigua y gran misión) y la nueva (entre los indígenas de la zona, llamada de San Carlos). Y otro escenario es la zona donde se encuentran las autoridades (en Asunción).

Ennio Morricone:

   Es un compositor italiano de bandas sonoras nacido en 1928 y fallecido en el año 2020. Es hijo de un trompetista italiano, y con diez años empezó a estudiar trompeta en el Conservatorio de Santa Cecilia con Umberto Semproni. Con el tiempo, formó parte de la orquesta del Conservatorio, donde se dieron cuenta de la facilidad que tenía para componer música, por lo que lo animaron a estudiar armonía. Poco a poco fue dirigiendo su carrera a la música de cine, pues, aunque probó suerte en la música "clásica" rompedora de la época de Luciano Berio y Luigi Nono, no tuvo mucha suerte.

    La primera banda sonora que compuso fue en 1961 y, desde ahí, siguió trabando en este campo. Su primer éxito fue la banda sonora de "El bueno, el feo y el malo", dirigida por Sergio Leone. Tuvo otros éxitos como "La misión" (película y banda sonora de la que hablamos en este post), "Los intocables de Elliot Ness", "Bugsby" y "Malena", por las que estuvo nominado a los Óscar. Pero en ninguno de los cuatro casos se llevó la estatuilla.

   Su carrera, sin embargo, fue reconocida por la Academia en 2007 en la que recibió el premio en reconocimiento a su dilatada carrera como compositor de música de cine.

La banda sonora de la película "La misión":

   Ennio Morricone es el gran compositor que creó la banda sonora de esta gran película y, aunque su música no fue reconocida de la manera en la que él se merecía, realizó un gran trabajo. Tuvo que realizar la banda sonora una vez que la película ya estaba montada, por lo que debió fijarse en la posición de los dedos de Jeremy Irons al tocar el oboe ante los indios en la escena grabada sin sonido. A partir de ahí pudo montar la música.

   Para esto se basó en tres grandes escenas o temas sobre las que gravitó toda la banda sonora: el de la misión, el padre Gabriel y los guaraníes. Dichos temas se relacionan con tres aspectos de dicha cinta. el paraíso, los jesuítas y la comunión. 

   Morricone se basó en la música renacentista de Monteverdi y Palestrina, además, de música original de los aborígenes de la zona, incorporando muchos y nuevos instrumentos musicales, para crear musicalmente la gran diversidad cultural de la película. Esto se ve muy bien en uno de los temas principales de la película ("Falls" - cascadas) que acompaña la escena final, la de la matanza que actúa de resumen de la película. En ella se recoge a modo de epitafio una de las frases más bonitas y hondas de la película: "Ahora vuestros sacerdotes están muy muertos, pero en realidad soy yo el que ha muerto. Porque el espíritu de los muertos sobrevive en la memoria de los que viven".

   Os dejo con ella

      Este fragmento de la banda sonora emplea instrumentos de cuerda frotada junto con instrumentos de viento madera creando una base de sonido sobre la que "habla" una flauta propia de los aborígenes de la zona. El tema se va haciendo cada vez más fuerte, incorporando instrumentos y creando más tensión a la música, para para dejar paso a la voz del personaje causante de tanto dolor. Después de las palabras brota de nuevo la música más conocida de la película, el tema del "Oboe de Gabriel", para terminar la película, como recuerdo del modo de evangelizar que tenía este personaje, este sacerdote jesuíta.

  El tempo de la obra al principio es lenta y va ganando velocidad a medida que las imágenes ganan en intensidad, cosa que también ocurre con la fuerza con la que se ejecuta el sonido de la banda sonora.

   Sin embargo, una vez que pasa la matanza, la banda sonora queda como un hilo musical tranquilo y sereno, simbolizando la soledad en la que quedan los pocos supervivientes de los guaraníes, que terminan yéndose en una barca por un río, encontrando un violín, un pequeño instrumento de cuerda frotada, como recuerdo de la belleza que encontraron gracias a los jesuítas. Esto se traduce en una música básicamente por los instrumentos de cuerda frotada de la orquesta en diálogo con los de viento madera.

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